miércoles, 3 de septiembre de 2014

Los médicos y especialistas llegan a opinar que el embarazo precoz es un problema de salud que reviste gravedad, tanto en el caso de la madre como en el del feto o posteriormente recién nacido, hasta el extremo de peligrar la vida de ambos y aumentar las posibilidades de que el bebé sufra alguna discapacidad.

En estos casos, apunta José Manual Bajo (presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia), que son usuales las césareas, al no estar en la adolescente completada la maduración del esqueleto de su pelvis, con lo que la cabeza del embrión no es capaz de atravesar el canal óseo que le conducirá desde el útero al exterior.

Múltiples análisis de datos revelan que la tasa de mortalidad entre los hijos de madres menores de diecisiete años alcanza a triplicar la existente entre las de veinte a veintinueve años.

José Manuel Bajo ha explicado que lo que deriva desde el punto de vista psicológico pueden ser básico y esencial dados los problemas a las que deben encararse las madres adolescentes y para los que no se encuentrar preparadas.

El temor, la rotura de los estudios y relaciones, el rechazo y el exceso de responsabilidad que deben aceptar estas pequeñas son ciertos de esos factores negativos.

A esas edades, conforme el especialista, es muy limitada la madurez psicológica para aceptar un embarazo, un parto o bien la crianza de un hijo, circunstancias que pueden llegar a quebrar la biografía de esa persona.

Un embarazo a una edad tan precoz implica muchos más riegos de que suceda un aborto, complicaciones en el feto, incremento de cesáreas, anemia en la madre, nacimientos prematuros y inconvenientes de inmadurez en los recién nacidos, que pueden desarrollar malformaciones, ceguera, parálisis cerebral o bien retraso mental.

Bajo ha indicado que en un país como España las pequeñas comienzan a menstruar entre los nueve y los trece años, sin embargo, hasta un año o bien un año y medio después no son fértiles, siendo anormal tener el primer embarazo ya antes de los dieciseis años.

Tratándose del primer embarazo es otro factor de peligro, pues siempre y en todo momento existe mayor probabilidad de ocasionar un sufrimiento fetal a lo largo de los últimos períodos del embarazo y en el parto.

En ocasiones, conforme los ginecólogos, existen otros factores de peligro como una alimentación inapropiada en las adolescentes embarazadas, que tampoco guardan el reposo preciso ni vigilan el bienestar físico que requiere el embarazo.

  Asimismo suele darse una frecuente ausencia de cuidados prenatales en las jóvenes madres por la usual negación del embarazo por la parte de la adolescente.